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Historia
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Francisco Palau
¿Cómo era?
El P. Palau entiende la educación – evangelización como un camino de: búsqueda, hallazgo y transformación. Esto impregna todo su ser y hacer. Francisco siempre permanece atento para descubrir los planes de Dios en su historia personal, en los demás y la sociedad desde un análisis y discernimiento constantes.
Se fundamenta en la Palabra de Dios y en una profunda vida de fe que le lleva a vivir su compromiso cristiano con audacia, valentía y significación, creando siempre lazos de auténtica COMUNIÓN FRATERNA.
Su método es procesual, transformador y contextual de acuerdo a las circunstancias del momento. Esto quiere decir que:
. Parte siempre de la realidad de la persona y del contexto;
. Crea posibilidades de cambio y transformación en la persona y en el medio;
. Genera horizontes de fraternidad, solidaridad y comunión;
. Sigue la pedagogía de Jesús: acompaña, es creativo.Si se analiza la iconografía que ha llegado hasta nuestros días se puede presentar el siguiente retrato físico de Francisco Palau.
De rasgos fuertes y bien marcados. Mediana estatura y de constitución recia se proyecta como figura adusta y severa. De esta imagen sobria brotaba algo que atraía a las personas que se comunicaban con él. Su constitución física fue muy resistente. Sólo eso justifica la resistencia a las privaciones y las penitencias que tuvo durante su vida.
Su personalidad
Muchos y muy marcados son los contrastes que perfilan su fisonomía inconfundible. Francisco Palau es temperamental graba huella profunda en todo lo que hace.
Es reflexivo y al mismo tiempo intuitivo en sus ideas y rápido en las decisiones. Realista en sus obras a veces se vuelve soñador e imaginativo.
Coherente con los principios que apuntalan su vida se muestra muy flexible para adaptarse a circunstancias concretas. Tenaz con lo que se propone, es generosamente condescendiente con los demás. De carácter reservado Francisco se abre generoso a la comunicación y la amistad.
Enamorado del silencio, del retiro y de la soledad, es y se siente a la vez apóstol de actividad múltiple y desbordante. Las manifestaciones más visibles son:
- Predicador incansable: Ve la recristianización del ambiente español y europeo como una auténtica obra de evangelización.
- La dirección fue uno de los cauces por los que transmitió con mayor eficacia y autenticidad su espíritu a los miembros de la familia religiosa del Carmelo Misionero. Queda reflejado en sus cartas.
- Su faceta de catequista y renovador se hizo patente en la gran obra de la «Escuela de la Virtud» de Barcelona.
- Fue escritor, más por exigencias pastorales que por vocación o consagración a la pluma. Logró, sin embargo, componer páginas originales que ocupan lugar privilegiado en la literatura religiosa y espiritual del siglo XIX español.
- Sus obras son: Lucha del alma con Dios; La vida solitaria; Catecismo de las Virtudes; Mes de María: La Escuela de la Virtud vindicada; La Iglesia de Dios figurada por el Espíritu Santo; y otras.
- Mención especial merecen las páginas de índole autobiográfica recogidas modernamente en dos libros: Las Cartas y Mis Relaciones con la Iglesia.
- Las 169 cartas reunidas en un epistolario son fuente insustituible para conocer y comprender al P. Francisco Palau.